De consumidores a creadores: cómo usar la tecnología
Tecnología es una de las bases de la Pedagogía TEAM de Rhema E-School.
Yo quiero ser YouTuber
Yo quiero ser animadora de Pixar
Yo quiero hacer marketing digital
Yo quiero ser trader
Esas son algunas de las respuestas que tenemos cuando hacemos la pregunta, ¿qué problema quieres resolver en el futuro?
Y como los chicos están acostumbrados a responder en términos de "ser" por el "¿qué quieres ser cuando grandes?", eso nos responden.
Lo más interesante es que todas esas respuestas tienen que ver con la tecnología y la internet.
Herramientas que no existían hace 20 años y que ahora en muy pocos colegios enseñan cómo usarlas.
Estos chicos y chicas están experimentando a diario con la tecnología, pero por 5 o 7 horas que están en los colegios tradicionales sólo tienen cuadernos, lápices y un transportador para trabajar.
¿Será que la educación tradicional le está fallando a los nativos digitales?
La Generación Zeta y Alfa son consumidores
La generación Zeta, según las estadísticas, son más consumidores activos que las generaciones pasadas.
95% de adolescentes entre 13 y 17 años usan YouTube
67% usa TikTok
62% usa Instagram
Por su parte, la Generación Alfa (2-6 años), el 81% de los padres han dicho que sus hijos ven videos en YouTube para aprender, jugar o para calmarse.
La relación que los jóvenes de hoy están teniendo con la tecnología es mucho mayor que la que tuvo la Generación X e incluso los Millennials.
Aprender un nuevo idioma con gamificación como con Duolingo, aprender matemáticas con Zoombers e incluso leer o dictarle a una aplicación se está volviendo una práctica diaria.
¿Cómo podemos hacer que los jóvenes y niños cambien de ser sólo usuarios a ser creadores?
Enseñándoles a manejar la tecnología.
Dándoles las herramientas para que pasen de ser simplemente consumidores a productores de contenido.
¿Por qué es importante ser productores y no sólo consumidores desde niños? Porque los productores pueden:
Crear algo valioso para la sociedad.
Generar ingresos a partir de su propiedad intelectual o digital.
Aprender habilidades que les pueden dar un empleo.
Generar un portafolio creativo para avanzar su carrera.
Generar buenos hábitos como el manejo del tiempo y la gestión de proyectos.
Desarrollar una mentalidad diferente a la de los consumidores, con pensamiento crítico e independiente, una mentalidad de emprendimiento.
Cómo cambiar el hábito de la pantalla
No es quitarles las pantallas porque están mucho tiempo pegado a ellas. Esa no es la solución.
Yo entiendo la preocupación de muchos padres que me dicen que ahora sus hijos están utilizando gafas por pasar tanto tiempo en frente de un computador o de un celular.
Esa preocupación es cierta. Es una realidad. Y creo, que la podríamos evitar si tuviéramos otro estilo de vida. Una vida sin internet ni tecnología. Viviendo en una playa o en una montaña donde tengamos un hogar auto-sostenible y con mucho espacio para que nuestros hijos puedan desarrollarse, así como se desarrolló la generación X. Corriendo, montando patines y bicicleta y jugando en la calle.
Pero también creo que es posible si vives en la ciudad. Como padres podemos darle más tiempo a nuestros hijos para interactuar cara a cara con ellos.
Si los escuchamos y jugamos con ellos. Si salimos a montar bici o a patear un balón juntos. Si jugamos ajedrez o hacemos un rompecabezas.
Pero las mismas familias me dicen que no hay tiempo para esas cosas, porque están ocupados. Tampoco hay tiempo para que los chicos tengan un deporte o una actividad artística por fuera de lo académico.
O de pronto, no hay recursos. Lo más fácil sigue siendo: "aprende algo útil por el celular". Pues los niños tienen celular propio desde los 8 años.
O los mandan a un colegio físico para que tengan socialización y no estén pegados a las pantallas… privándolos así de las múltiples posibilidades de una e-school en donde puede aprender herramientas para convertirse en productores y creadores de contenido.
Los hábitos de apego a las pantallas fueron agravados por la pandemia.
Los padres, al tener que hacer maromas con sus trabajos, el colegio en casa y los quehaceres del hogar, dejaron a sus niños a merced de las TIC (Tecnologías de la información y las comunicaciones) para que hicieran el trabajo de niñera.
Conozco una madre que mientras caminábamos durante la pandemia, tenía a su hijo de año y medio con su celular, mientras el video le leía un cuento (aunque la edad mínima para utilizar YouTube es 13).
Sin embargo, esto hizo que la generación Alfa y muchos Zeta tomaran las riendas de cómo tienen su proceso pedagógico y cómo aprenden. Ellos ahora tienen poder de decisión en cuanto al colegio que quieren.
Ya que ahora los chicos pueden aprender en YouTube cómo hacer Slime o qué es la física cuántica.
Herramientas para crear contenido
Los niños son unos genios, ¡todos! Pero la escuela tradicional los clasifica y los pone en cajitas para poder calificarlos y eso mata la creatividad.
No todos podemos encajar en el molde. Aquellos estudiantes que no encajan llegan a la e-school.
En Rhema por ejemplo, les enseñamos diseño, animación, programación, fotografía digital, cómo hacer un video, cómo editarlo y cómo hacer el thumbnail (que es lo que más llama la atención de un video, según Mr. Beast, uno de los YouTubers que más audiencia tiene).
Les enseñamos a hacer podcasts, editarlos y subirlos para compartirlos. También les enseñamos a escribir. No sólo textos académicos e investigaciones, sino blogs, copy para Instagram o scripts para shorts.
También jugamos con ChatGPT y MidJourney (Gráfico de Inteligencia artificial).
Y a los chicos les fascina. Y además, son buenos, muy buenos, porque están en la etapa de absorción de conocimiento y de búsqueda de su identidad.
Hilary Ramírez, profe de Emprendimiento, Criptomonedas y Fotografía nos cuenta:
La idea siempre será aprender a sacarle provecho a aquellas cosas que nos parecen cotidianas pero que con un poco de técnica y actitud nos podrán servir para un futuro empleo o para crear empresa y así aprender a generar ingresos desde ya.
En Artes Representativas por ejemplo, la base del aprendizaje es el ser, nos cuenta el profe Juan Pablo Acevedo, quien también es profe de Diseño Gráfico y Animación.
Teniendo en cuenta que el arte está hecho para transmitir emociones, llevamos el desarrollo del proyecto de diseño comparado con lo que puede hacer una aplicación de inteligencia artificial.
Esto es lo que más me emociona de darles todas estas herramientas a los estudiantes: que en el futuro cercano, puedan salir y crear sus propios negocios, puedan unirse a otros desarrolladores de contenido y tengan las bases para construir algo que les puede generar dinero.
Habilidades del Siglo 21
Dentro de las asignaturas que enseñamos para usar la tecnología de manera responsable, hay una que se llama, Ciudadanía Digital.
Sabiendo que la tecnología hace sentir a los chicos conectados, felices, emocionados e inspirados, creemos como comunidad educativa que todo debe tener límites. Por eso decidimos crear esta asignatura.
Durante el año vemos:
Cómo hacer uso crítico y propositivo de las herramientas tecnológicas.
Cómo conocer su ambiente digital de aprendizaje.
Cuál es su huella digital.
Cuáles son los aspectos éticos, legales y pedagógicos de las TIC y cuál es el impacto. Recordar que nada es privado.
Ciberseguridad. Aprender los riesgos que todos tenemos dentro del manejo de la tecnología. Con herramientas de gamificación, los chicos aprenden a diferenciar lo malo de lo bueno.
Esto se llama alfabetismo digital y es una de las habilidades que todos los estudiantes deben tener en este siglo.
El fin de la asignatura Ciudadanía digital gira en torno a 3 ejes:
Reflexivo: impacto personal del mundo digital para mi vida. Manejo de sus propias redes sociales.
Conceptual: qué hacemos con la información que recibimos a diario.
Qué es un PLE (Personal Learning Environment)
Cuál es su huella digital
Qué es obsolescencia programada (celulares, electrodomésticos, programas que tienen cierta vida útil que genera consumismo). Después aplicamos los conocimientos en un test.
Procedimental: conocer los aspectos éticos, legales y pedagógicos. Actividades como construir nuestro propio PLE y revisar cada semana el Tech Tracker.
Esta asignatura debería ser obligatoria en todos los colegios, pues es fundamental que nuestros estudiantes sepan lo bueno, pero también los riesgos que hay al tener una vida manejada por la internet.
Los niños y niñas de la Generación Alfa están creciendo con YouTube desde antes de poder hablar, frases como "dale me gusta y suscríbete" son como el ABC.
Además, con el auge de plataformas como Roblox, Minecraft y programación como Scratch, los jóvenes de hoy están creando sus propios mundos, personajes e historias.
Para usar estas plataformas no sólo necesitas ser hábil, creativo e inventivo. Necesitas paciencia, resiliencia y definición de tiempos y espacios.
Al crear mundos así, los chicos están aplicando geometría, cálculo, lenguaje, ingeniería, diseño y muchas otras asignaturas que no se ven en la primaria.
Estos conocimientos aplicados son más útiles que la repetición de la teoría de las matemáticas como dice Richard Branson, creador de Virgin.
Conclusión
Como madre y educadora, estoy convencida que aprender herramientas para tener un uso adecuado de la tecnología es vital para nuestros hijos.
Aprender a animar, hacer videos, podcasts, diseños 3D, escribir para la web son habilidades que todos los colegios deberían estar enseñando como parte fundamental en sus currículos.
¿Cuándo vamos a cambiar el chip para darnos cuenta que ya no vivimos en el siglo 20?
¿Cuándo vamos a entender que nuestros niños y niñas tienen otras necesidades académicas?
¿Cuándo vamos a enfocar nuestra pedagogía en nuestros estudiantes y sus necesidades?
Espero que lo que hacemos en Rhema E-School sea algún día cercano, común práctica en todos los colegios de América Latina.