Cómo el movimiento beneficia el desarrollo de los niños
Y cómo encontrar el tiempo y los recursos.
En la vida acelerada de hoy, puede ser fácil pasar por alto la importancia del movimiento físico, especialmente en las niños.
Sin embargo, integrar la actividad física en la rutina diaria no solo es esencial para su salud física, sino también para su desarrollo emocional, cognitivo y social.
En este artículo, exploraremos cómo el movimiento beneficia específicamente el desarrollo basados en investigaciones recientes y proporcionando consejos prácticos para los padres que buscan activar más sus rutinas diarias.
Desde mejorar el equilibrio y la coordinación hasta potencializar la confianza y la autoestima, el impacto del movimiento va mucho más allá del recreo.
1. Desarrollo Físico
Yo les he contado que cuando era niña, mi papi me pagó clases de todo.
Volleyball, natación, gimnasia olímpica, nado sincronizado, basketball, y hasta fútbol a principios de los noventa.
Practiqué de todo pero me quedé con la natación.
En esa época, levantar pesas no era para las niñas, sólo para los niños y aunque me encantaba la idea de mejorar siendo más fuerte cada día, mis papás no estaban muy convencidos de que yo hiciera ejercicios de fuerza.
Hoy más que nunca todos necesitamos hacer ejercicio.
Estudios han mostrado que los niños que participan regularmente en actividades físicas tienen mejor fuerza muscular, mayor resistencia y un mejor desarrollo de habilidades motoras gruesas que aquellos que son menos activos.
No estoy hablando de físico-culturismo (desarrollo de la musculatura) sino de entrenamiento de fuerza.
Los niños cada vez son tan sedentarios como los padres debido al cansancio por largas jornadas escolares, la TV y el celular.
Pero si queremos que nuestros hijos tengan habilidades motoras y puedan llegar a ser adultos sin ser obesos, debemos hablar con ellos sobre el entrenamiento de fuerza.
Para los niños, lo mejor es usar pesas ligeras y movimientos controlados. Garantizar que los ejercicios se hagan con buena forma y que estén seguros.
Los niños pueden realizar muchos ejercicios de entrenamiento de fuerza:
Utilizando su propio peso corporal
Tubos de resistencia
Pesas libres o mancuernas
Máquinas de pesas
Balones medicinales, entre otras opciones.
Pero ten en cuenta que algunos equipos diseñados para adultos pueden resultar demasiado grandes para muchos niños.
2. Beneficios Cognitivos
Investigaciones indican que el ejercicio regular mejora la función cerebral, aumenta la concentración y puede incluso mejorar los puntajes en pruebas académicas.
A mi me encantaba estudiar, pero también me fascinaba bailar.
Me decían “Nany Merengue Cárdenas” (Cárdenas era mi apellido de soltera) y bailaba desde el principio de la fiesta hasta el himno nacional.
Recuerdo mucho que en mi casa cuando teníamos exámenes, la empleada bailaba con nosotros después de la merienda de la tarde.
Ella decía que era “para bajar el algo” y así lo creíamos nosotros, pero cuando nos sentábamos a estudiar, sobre todo las tablas de multiplicar, volábamos.
Ahora sé que activar el cuerpo antes de usar el cerebro es muy importante, los estudios lo demuestran.
Así que antes de hacer tareas con tus hijos o antes de las clases, mueve tu cuerpo por un par de minutos con tu música preferida.
Eso les va a ayudar a enfocarse y les va a servir con la concentración.
3. Impacto Emocional y Social
Las actividades grupales y los deportes no solo ayudan a los niños a hacer amigos, sino que también mejoran su autoestima y sus habilidades de resolución de conflictos.
De niña era muy discutona (me gustaba discutir) y lo hacía por bobadas.
Había un juego con tapas de gaseosa y un balón que se llamaba Yermis. El objetivo era armar la torre de las 10 tapas antes de ser ponchados.
Se botaba el balón hacia arriba y el ponchador sólo podía dar 3 pasos para ponchar.
Siempre perdía porque me ponchaban y siempre discutía que no era justo.
Una vez, jugando con los niños del barrio pelié con Mónica e Irwin. A todas nos gustaba Irwin porque era rubio de ojos verdes.
Recuerdo que tuve que hacer las paces con él (después de que me ponchó y yo le discutí) porque no había otra solución, para poder seguir jugando.
Hay que dejar que los niños jueguen sin la intervención de los adultos.
Como padres queremos que nuestros hijos no sufran, pero si no los dejamos jugar y resolver sus propios conflictos no van a aprender esas habilidades que necesitan cuando sean grandes.
Y cuando los niños resuelven sus problemas, sienten que hicieron algo importante y eso fortalece su autoestima y el trabajo en equipo.
Otros beneficios del movimiento en los niños
Previene enfermedades de largo plazo
Previene la obsidad infantil
Aumenta la consiencia de la alimentación saludable
Desarrolla un estilo de vida activo hasta la adultez
Mejora la salud
Mejora el ánimo y la disposición
Fortalece la estructura ósea y muscular
Cómo comenzar
Puedes comenzar yendo tú al gimnasio con ellos.
Tener una rutina juntos donde se cambien los pesos y tú le ayudes en términos de forma.
Esto puede crear lazos de acercamiento y motivación para ambos.
Y si no pueden ir a un gimnasio, hagan flexiones de pecho con los pies en el sofá, búlgaras con el borde de tu cama y dominadas con el galón de leche.
Antes de comenzar a hacer tareas por la tarde, jueguen. Pero que ese juego sea de movimiento.
Salten, bailen, hagan “Just Dance”, muévanse. Es divertido.
Y si eres docente, pon la música de moda y haz que tus estudiantes bailen por 3 minutos. Vas a ver los resultados.
Deja a tus hijos salir a jugar sin supervisión.
En los 80s y 90s nuestros padres no sabían para dónde nos íbamos. Hoy, los padres lo quieren saber todo y no dejan a sus hijos hacer nada.
¿Será por eso que nuestros hijos sufren de ansiedad?
Conclusión
El movimiento no sólo ayuda a fortalecer los músculos y huesos de los niños, sino que también estimula su creatividad, mejora su concentración y fomenta habilidades sociales importantes.
No dejes que el movimiento se vuelva algo aburrido y tedioso o como un castigo.
Hazlo divertido y que sea motivante para todos en la familia.
A moverse se dijo!